Cuidado y Autocuidado del Personal de Salud durante la pandemia por el Covid-19

por | 27 Ago, 2020 | Apoyo psicológico, covid-19

Usualmente, cuando hablamos de atender los temas de salud, el foco está dirigido hacia los pacientes y la gran mayoría de los esfuerzos están dirigidos a ellos. Sin embargo, durante los últimos años, alrededor del mundo se ha demostrado y, cada vez con mayor nivel de evidencia, que el personal de salud también requiere de atención especializada, ya que está expuesto diariamente a situaciones que pueden incrementar significativamente sus niveles de estrés, ansiedad y producir otras repercusiones fisiológicas y emocionales que, finalmente podrán impactar en su desenvolvimiento profesional, así como también en su calidad de vida. Todo esto, puede en consecuencia afectar, indirectamente, también a los pacientes.

La importancia del personal de salud y su rol, especialmente en esta coyuntura Covid-19

Nuestra vida se ha transformado radicalmente a raíz de la llegada del Coronavirus y ha traído consigo una serie de cambios inesperados y muy retadores para todos. El presente artículo propone focalizar la atención en un grupo humano que, por estar en la primera línea de atención de los pacientes y por encontrarse, además de responder de las demandas laborales cotidianas, enfrentando importantes riesgos, tanto para su salud física como para su salud mental, merecen una atención especial. Ese es el personal de salud.

Este personal, día a día se enfrenta a la posibilidad de contagio, sufre la pérdida de un ser querido o teme la pérdida de su propia salud; siente incertidumbre por el futuro, y una larga lista de pensamientos, ideas y emociones dan vueltas en su mente. Todo ello genera un movimiento interno que inevitablemente arrastrará a su lugar de trabajo, en el que nuevamente enfrentará aquello que tanto teme; incluso, en esos momento, una mayoría de ellos asiste a trabajar en medio de procesos de duelo, ocasionados por la pérdida de sus colegas, amigos y familiares. Esto lo conduce a un círculo vicioso del cual no es fácil salir por si mismo.

Reconociendo entonces que existen importantes factores de riesgo para este grupo humano, que además en estos momentos son quienes tienen la capacidad de brindarnos ayuda a todos los demás, necesitamos brindarles algunas recomendaciones para su propio cuidado y sostenimiento emocional. 

Autocuidado del personal de salud.

Una tarea necesaria.

Es tarea de cada miembro del personal de salud velar por su propio bienestar, humildemente reconocer que también requieren de cuidar de sí mismos, de la misma forma en la que entregan amor y cuidado a sus pacientes. Finalmente, uno sólo puede entregar aquello que conoce, y en la medida que uno pueda brindarse cuidado a sí mismo, podrá ofrecerlo también a los demás, con mayor empatía, con la mejor conexión, y con el más cercano conocimiento de la vivencia del dolor. Así, se podrá generar la mejor conexión posible con el paciente en esa sublime relación humana que constituye el vínculo cuidador – paciente.

Recomendaciones para el autocuidado

  • Prestar atención a las señales que brinda el cuerpo para mostrarnos que podríamos estar viviendo niveles de estrés muy altos o dificultades psicológicas relacionadas. Algunos ejemplos incluyen: dificultades para dormir satisfactoriamente, bajo o alto apetito, irritabilidad, dolores de cabeza recurrentes, dificultades gástricas, sentimientos de desesperanza, negatividad extrema. Estos son signos de alarma a los que debemos prestar atención
  • Luego de haber reparado en nuestro estado actual, debemos identificar nuestra red de soporte más cercana. Esto es, una o dos personas dentro de nuestra familia o amigos con quienes podamos compartir lo que necesitamos.
  • En la medida de lo posible, integrar en la rutina diaria ejercicio, alimentación saludable y mayor cantidad de horas de sueño reparador.
  • Integrar además alguna actividad diaria que esté conectada con el disfrute, por ejemplo, caminar por el parque, pintar, escuchar música camino al trabajo, pueden ser cosas muy simples, sin embargo, muy potentes también.
  • En caso de necesitar ayuda especializada, solicitarla.

Recomendaciones para los familiares

  • Mucha escucha y empatía.
  • Abrir la posibilidad a conversar y hablar de manera respetuosa sobre lo vivido durante el día.
  • Funcionar como una red de soporte.
  • Generar actividades en conjunto durante los días libres, en los que se pueda conectar con el disfrute, la vida y la calidez de los vínculos cercanos.
  • Recordarles que no está sólo. La familia podría utilizar la creatividad realizando tarjetas, mensajes, etc.

Recomendaciones para el equipo de salud

  • Construir algún tipo de actividad breve para iniciar la jornada laboral, una forma de recordar la misión y el propósito de estar presentes en ese lugar cada día y recordarse que son un equipo, si es posible, dar lugar a las emociones y cómo llega cada uno al lugar de trabajo.
  • En la medida de lo posible, encontrar a algún compañero de confianza a quien se pueda recurrir en caso de suceder algo que lo afecte emocionalmente durante su jornada laboral, validando aquello que pudiera surgir.

Acompañar honesta y sinceramente a un ser doliente, atemorizado, irritable y confundido, que es como suelen llegar las personas a los servicios de salud, sólo puede lograrse satisfactoriamente desde la profunda comprensión de esa experiencia, desde el reconocimiento de que, cómo uno mismo aprende a acompañarse cuando se vive la misma situación.

Soló desde esa vivencia se puede ofrecer aquello que uno quisiera recibir. Esta es una tarea que puede interpelarnos permanentemente, pero si la enfrentamos con valentía, nos puede traer también mucho aprendizaje, y lo más maravilloso es que, al trabajar en cómo acompañar al otro, inevitablemente estarás también aprendiendo a acompañarte a ti mismo.  

Mucha fuerza, agradecimiento y reconocimiento a todos los pertenecientes a este maravilloso grupo humano!!!